EL ACTO DE CONSTITUCIÓN DEL MOVIMIENTO LUZ-VIDA

INMACULADA, MADRE DE LA IGLESIA, reunidos hoy recordamos con agradecimiento Tu protección a la obra del Oasis de Iglesia Viva.

CONFESAMOS que gracias a Tu amor maternal el primer Oasis de la Inmaculada, puesto bajo Tu protección especial, se convirtió de manera extraordinaria en el movimiento del oasis, del cual proviene el movimiento Luz-Vida.  

CONFESAMOS que Tu actitud de entregarte de manera ilimitada y esponsal en amor a Cristo es una fuente de Tu fecundidad maternal en el pueblo de Dios.

Ya que eres la Inmaculada Esposa del Verbo, especialmente en la unión con ÉL en la hora culminante del amor en la Cruz, por esto, eres la Madre de todos los vivos, la Madre de la Iglesia.

CONFESAMOS también que la unión Contigo en la entrega esponsal a Cristo es y permanecerá siempre el único, verdadero y el más profundo principio de vitalidad y fecundidad de la Iglesia-Madre.

La Iglesia será la Iglesia-Madre Contigo en tanto en cuanto cada uno de sus miembros sea junto a Ti la Esposa dedicada al Señor en la fe y el amor.

ESTAMOS CONVENCIDOS de que toda la obra del Oasis se basa en el entendimiento de este misterio, que no tiene otro objetivo más que la formación de sus miembros para que de manera cada vez más profunda entiendan y realicen la actitud de poseerse a sí mismos en darse a sí mismos a Cristo y a sus hermanos.

ESTAMOS CONVENCIDOS de que esta actitud es la fuente de vida nueva; por lo tanto es justo que de nuevo y de manera más consciente entreguemos esta obra a Ti, rogando que la acojas y aceptes como tuya.

ESTAMOS PROFUNDAMENTE CONVENCIDOS de que seremos “el Oasis de Vida Nueva” en tanto en cuanto en la unión Contigo realicemos la actitud de servir y entregarnos a Cristo en Su Iglesia.

ACOGE, entonces, como la cosa y propiedad tuya a todos los que han dedicado su vida y todas sus fuerzas a la diaconía del movimiento Luz-Vida.

ACOGE a todos, especialmente a los moderadores y animadores, quienes desean servir dentro del movimiento a una obra grande de construir las nuevas comunidades vivas de la Iglesia.

ACOGE a todos los que al final de su estancia en los retiros de Oasis han entregado en Tus manos sus buenos propósitos y concédeles la gracia de la perseverancia.

INMACULADA, MADRE DE LA IGLESIA, SÉ TAMBIÉN LA MADRE DE LA OBRA DEL OASIS Y DEL MOVIMIENTO LUZ-VIDA.

AMEN.